miércoles, 3 de marzo de 2010

@ricktrapper, un hombre que comparte: "Contra la violencia hacia ellas"

Si en este instante me preguntan como visualizo a dios, les diría que veo a una mujer, porque me parece más lógico que una mujer pueda crear vida.
Una poderosa diosa rodeada de un ejército de ángeles, también mujeres.
Y es que sólo una mujer puede estar al pendiente de todos los seres regados en la Tierra y controlar el caótico destino de toda la humanidad.
Porque la única que entiende que la vida es para dar y recibir amor, es una mujer, no un hombre.
Nosotros somos la parte física y la mitad de la parte mental, pero ellas sostienen la parte espiritual, que a la postre, representa la flama que nos alimenta todos los días.

No se cuantos días llevo debatiendo sobre la violencia contra las mujeres en este país.
Los datos son duros y crudos. Un alto porcentaje de mujeres son maltratadas en sus hogares, en sus lugares de trabajo y en la calle, por nosotros, los hombres.
Lo más lamentable es la indiferencia y apatía de mis congéneres sobre el tema. Sólo un pequeño puñado de hombres parece apoyar. Qué sucede con el resto?
El hecho de defenderlas es mal visto para la norma del macho mexicano.
Para ellos las culpables son ellas mismas por provocarnos, por buscarnos y soportarnos.
La justificación es la insumisa y la abnegada.
La soltera e independiente es una cabrona.
Me pregunto quien los parió y porque no pueden despegarse de las faldas de sus madres.

La bonhomía parece un valor escaso en estos días.
El odio generado por el miedo, contamina el ambiente de agresión constante.
El sentirse bien con uno mismo y los demás está mal visto.
El amor hacia los demás genera dudas y se ve con desconfianza.
Perdimos la capacidad de compartir, del contacto, de la propia sonrisa y del abrazo.
La calidez humana parece quedar sepultada entre un lodo frío y espeso.

Crecer con un padre ausente, conlleva a tener una madre que cumple ambas funciones en casa. Ser criado a base de golpes debería generar algún patrón. Pero hay excepciones a la regla.
Valorar a un ser humano comienza por uno mismo.
Aprender a verse al espejo para detectar nuestros defectos y ser capaces de contrarrestarlos hasta el grado de poder cambiarlos.
Amar a nuestros semejantes es el resultado del amor por nosotros mismos.

Parece sencillo, pero cuesta mucho trabajo.

Cómo puedes dejar de amarlas, cuando una te trajo al mundo. una te da hijos, una te complementa y otras más te brindan cariño todos los días?

El hecho de defender a una mujer desde la posición de hombre no te hace más o menos hombre.

Nunca he golpeado a una mujer y nunca lo haría. Al contrario, defendería con mi vida la de ellas.

Porque ellas son mis diosas, mis madres, mis hijas, mis amigas, mis compañeras.

El Blog de Ricardo Trapero: http://ricktrapero.blogspot.com/2010/02/ciudad-juarez.html

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