miércoles, 1 de julio de 2015

¿Por qué pinté mi foto de Facebook con el arcoíris?


Aquí comparto diez reflexiones a raíz de la resolución de la Suprema Corte de los Estados Unidos de Norteamérica, que legaliza los matrimonios igualitarios en todos los Estados de ese país:

1. No necesito ser gay para promover la universalidad de los Derechos Humanos. El derecho a casarse es uno de ellos y me alegro solidariamente por una resolución que sin duda favorecerá una cultura incluyente y libre de discriminación. En México hubo una resolución de jurisprudencia (12/06/15) que obliga a quienes son jueces para que permitan el matrimonio igualitario cuando se interpone un amparo (chequen la carrera de obstáculos que implica).

2. Quienes se casan están respondiendo ante la ley, ante la sociedad y el Estado por los derechos y obligaciones que contraen. La orientación sexual no debería eximir a cierto sector de la población de ambas cuestiones, porque todas las personas casadas deben ejercer sus derechos y obligaciones en materia de sucesión de bienes, cotización para la vivienda, la Seguridad Social y otros etcéteras.

3. Ser ciudadano o ciudadana no depende de la orientación sexual. Prohibir que personas del mismo sexo se unan en matrimonio, implica que seamos jerarquizados como humanos de primera y segunda categoría: un sector con el privilegio de casarse sólo por ser heterosexual y otro discriminado debido a prejuicios, ideologías o creencias.

4. El criterio religioso no debe ser rector de la vida cívica. Si alguien por sus creencias religiosas considera que sólo el matrimonio entre personas heterosexuales es sagrado y el único aceptable, puede ser loable en el contexto de su propia iglesia, pero es inadmisible que se impongan ciertas creencias en un Estado laico.

5. No veo correlación alguna entre legalizar el matrimonio igualitario y que se atente contra la familia. Por el contrario, quienes quieren casarse manifiestan su confianza y su compromiso para fortalecer esta institución.

6. Si alguien cree que "no es natural" la homosexualidad, lean a fondo los hallazgos de Kinsey y más investigaciones. La experiencia sexual no está cuadriculada disyuntivamente en blancos y negros (heterosexual versus homosexual), sino que tiene una diversidad multicolor, así como el arcoíris. Quienes dicen dar meros argumentos "de razón" y hacen alusión a la ley natural al abordar la sexualidad, también podrían reconocer que sus razones son tomistas (1).

7. Es absurdo afirmar que las parejas heterosexuales son las únicas que ayudan a la perpetuación de la especie. La especie se perpetúa por mucho más que dar la vida en el momento de la concepción y 5.3 millones de mujeres mexicanas no tienen el apoyo de los padres -en principio heterosexuales- de su propia descendencia, para sacarles adelante en la vida.

8. También hay que considerar que la pederastia es un acto que atenta contra la dignidad de niños y niñas. No es practicada mayoritariamente por personas homosexuales sino por heterosexuales, varios casos muy conocidos fueron perpetrados por sacerdotes como Marcial Maciel, quien fue encubierto por personas de su propia organización religiosa y por autoridades católicas. Esto último ha sucedido en muchos casos de sacerdotes católicos (que le pregunten a Alberto Athié sus experiencias).

9. Si alguien se preocupa por el daño psicológico de los niños y niñas que podrían adoptar personas homosexuales, como psicoterapeuta he observado cuánto daño -incluso de carácter sexual- se hace en muchos senos familiares con parejas heterosexuales. También existen evidencias de parejas homosexuales que han educado a sus hijos e hijas en el respeto, el amor, la inclusión y la comprensión. Aquí algunas evidencias: http://goo.gl/rf9vwU

10. Habiendo un cosmos tan inmenso (con miles de millones de galaxias) ...la verdad no creo que Dios -que debe ser también Diosa- esté tan preocupado por cómo usamos nuestros diminutos "genitalitos" (digo, diminutos en comparación con el universo). Y si lo está, yo creo que es para que seamos personas felices y no reprimidas.

(1) Leer en la Suma Teológica del Aquinate: "se consideran de ley natural las cosas que la naturaleza ha enseñado a todos los animales, tales como la conjunción de los sexos, la educación de los hijos y otras cosas semejantes. En tercer lugar, hay en el hombre una inclinación al bien correspondiente a la naturaleza racional, que es la suya propia, como es, por ejemplo, la inclinación natural a buscar la verdad acerca de Dios y a vivir en sociedad".

                                                                       



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